—Lo sé. Papá y mamá trabajaron muy duro anoche solo para darme una hermana menor. Papá, ¿voy a ser hermana mayor pronto? —preguntó Paola felizmente.
—Edward se quedó perplejo ante la pregunta de Paola.
—Papá, ¿puedo ver a mi hermana mañana? —Paola estaba tan envuelta en su propia alegría que no pudo evitar preguntar.
—Candice miró a Edward sin palabras durante mucho tiempo. Se preguntó si eso era lo que la gente quería decir cuando decía que algo siempre conquistaría a otro.
Afortunadamente, en ese momento, Teddy se acercó respetuosamente. —Cuarto Maestro, Señora, la cena está lista.
Edward asintió y dijo a Candice, —Comamos.
—Sí.
La familia caminó hacia la mesa del comedor.
En el momento en que caminaron hacia allí, Candice echó un vistazo a Jorge, que estaba sentado en el sofá y no participaba en su conversación. Ni siquiera los miró.
Jorge no la apreciaba mucho, y ella podía notarlo. Sin embargo, era comprensible. ¿Quién querría que su padre se casara con otra mujer?