Si eso continuaba...
—Dr. Jones —dijo el cirujano asistente—, ¿qué tal si esperamos al Dr. West?
El Dr. West era actualmente el mejor cirujano en Harken.
Finn no respondió. Simplemente se alejó de la mesa de operaciones y caminó hacia una esquina de la sala de operaciones, aparentemente para calmarse.
Sin embargo, en ese momento, sus dedos temblaban incontrolablemente y no podía calmarse en absoluto.
Simplemente no podía aceptar la muerte de Mónica…
La atmósfera en la sala de operaciones estaba un poco tensa.
De repente, la enfermera dijo en voz alta:
—¡El latido del paciente se está acelerando!
Finn miró y vio que la frecuencia cardíaca de Mónica seguía subiendo hasta que de repente se detuvo.
—¡Preparen el desfibrilador! —instruyó rápidamente el cirujano asistente.
Dentro de la sala de operaciones, rápidamente hicieron las preparaciones, y el cirujano asistente comenzó a darle descargas eléctricas al corazón de Mónica.
