—¿Entonces, qué deberíamos hacer ahora? —preguntó Nox.
—Ataca primero y toma la delantera —dijo Edward de manera tajante.
—Nox frunció el ceño. No tenía la paciencia para pensar en algo tan profundo.
Sin embargo, Edward tampoco respondió a Nox. En su lugar, cogió el teléfono y marcó un número. —Finn.
—Sí, Cuarto Maestro.
—¿Cómo está Jorge? —preguntó Edward.
—Está conmigo. ¿Necesitas que lo envíe de vuelta?
—No hace falta. Conseguiré que Teddy venga. Se quedará contigo por el momento.
—De acuerdo —dijo.
—¿Dijiste que los Sanders probablemente estuvieron involucrados en la cirugía de Gary? —preguntó Edward.
—Sí, todavía está bajo investigación.
—No hay necesidad de investigar más. Solo anuncia al mundo todo lo que los Sanders han hecho a los Cardellinis y que usaron a Michael para cometer sus crímenes.
—¿Qué planeas hacer? —Finn frunció el ceño.
—¡Dejar que estalle la guerra! —dijo Edward.
—De acuerdo —Finn estuvo de acuerdo de inmediato.