Cuando salió el sol de la mañana, Rubí estaba dormida en el sofá.
Mónica la cubrió con la manta antes de levantarse y salir de la sala.
Justo cuando salía, Sarah salió descalza. —Mónica. Sarah debió haberse levantado de la cama y haberla perseguido.
Mónica se dio la vuelta y la miró.
Mónica, anoche tú... —Sarah todavía estaba preocupada por lo que Mónica había hecho anoche.
No es nada. Me encontré con algo anoche, pero ya estoy bien. —dijo Mónica.
¿Estás segura de que estás bien? —preguntó Sarah.
¿Acaso no parezco que estoy bien? —Mónica levantó las cejas.
La repentina seriedad de Mónica hizo que Sarah sintiera que Mónica era su prima otra vez.
Aunque desees ingresar a una universidad técnica superior, siempre faltas a clases. ¡Eso no es lo que un estudiante de último año debe hacer! —Mónica advirtió.
Sarah hizo pucheros. —Prefiero estar al lado de mi tía ahora.
Mónica sonrió.