—La odio —dijo Brie sin rodeos—. No te gusto porque ella está en medio, y es por culpa de ella que estamos en esta situación. Así que quiero que la mates tú mismo con tus propias manos.
—Ahora no es el momento —Michael rechazó su petición.
—Si ahora no es el momento adecuado, tampoco lo será en el futuro —Brie se burló—. Michael, simplemente no puedes soportar matarla.
—Te lo dije. Ya no tengo ningún sentimiento por ella.
—Eso es lo que dices, pero lo que estás haciendo es completamente diferente —Brie no tenía reparos en exponer sus pensamientos más íntimos—. Puedo ayudarte en todo, pero Michael, no quiero terminar siendo carne de cañón. No quiero poner todos mis esfuerzos, solo para ayudarte a ti y a Monica al final. Quizás soy egoísta, y admito que soy egoísta, tan egoísta que no puedo aceptar que cualquier mujer te arrebate, ¡especialmente Monica!
Michael miró a Brie y sus ojos decididos con frialdad.