—Keeley no estaba de buen humor mientras esperaba frente al falso edificio de apartamentos donde había hecho que Aarón la dejara antes. Eran las 9 AM de un sábado, lo cual ya de por sí habría sido bastante malo, pero ella había dormido demasiado tratando de deshacerse de su resaca y no tuvo tiempo de hacer ninguna tarea hasta después del trabajo.
—Terminó trabajando hasta el agotamiento para entregar todo antes de que se agotara el plazo a medianoche, sin siquiera tener tiempo de cenar. Todo terminó a un costo serio. Luego estuvo despierta hasta las 3 AM porque su horario de sueño se había desordenado.
—Estrés + sueño perturbado + tener que ver a la persona que menos le agradaba = una Keeley gruñona.
—Se vistió lo más casual posible a propósito para que él se sintiera avergonzado de ser visto con ella. Aarón siempre había sido ridículamente consciente de su imagen. Se lo merecería.