Esto era raro. Realmente raro. Después de las amargas palabras de Gray sobre no poder encontrar a alguien aunque quisiera sentar cabeza, Aaron esperaba totalmente que esta mujer estuviera en esto solo por el dinero. La gente no se compromete cuando ni siquiera estaba con alguien una semana atrás.
Y por mucho que Gray fuera un farsante, no era lo suficientemente buen actor como para fingir celos y desesperación. Su actuación era de las que lo hacían parecer más agradable de lo que realmente era. Ese día en el restaurante había sido uno de los raros momentos en que sus verdaderos sentimientos se filtraron por un momento.
Aaron había pensado que todo esto era una farsa y que Gray estaba desesperado, así que se conformó con la primera persona que apareció. No sería la primera vez que alguien ofrece dinero para tener el tipo de relación que quiere.