Keeley estaba dormida en brazos de Aaron cuando Carlton llegó. Él levantó una ceja.
—Dios mío, ¿qué ha pasado?
—Es una larga historia —dijo Aaron seriamente—. Necesito sacarla de aquí sin que nadie la vea. ¿Se te ocurre alguna idea?
El conductor pensó antes de sugerir que tomaran el ascensor del personal y se escabulleran por ese camino. Al parecer, su hermano solía trabajar en este hotel como botones, por lo que sabía dónde estaba.
Carlton fue el primero, asegurándose de que el camino hacia el ascensor del personal estuviera libre mientras Aaron le seguía con Keeley a cuestas, inconsciente. Fue un milagro que llegaran al coche sin ser vistos por ninguno de los asistentes al baile de graduación.
—Amo Aaron, ¿es esta la chica para la que compraste esos materiales de manualidades? —preguntó Carlton una vez que estuvieron en el coche camino al hospital.
Él suspiró. ¿Era tan transparente? —Sí.
—¿Puedes contarme exactamente qué pasó esta noche?