"Jeremy nunca había sido especialmente fan de las artes, pero no pudo negar sentir curiosidad por ver a Violet en su elemento. Por eso se molestó en ir a la función de estreno de su nuevo espectáculo.
No podía negar que era extremadamente talentosa en su oficio. La gracia y elegancia naturales que mostraba en su vida cotidiana eran evidentes en sus movimientos.
Lo que realmente le intrigó fue cuánto cambiaba su personaje a lo largo de la historia. A veces Cenicienta bailaba lenta y tristemente, otras veces saltaba alegremente y, en otras ocasiones, estaba claramente enamorada del príncipe. Violet lograba capturar cada emoción perfectamente mientras bailaba.
De repente comprendió lo que Aaron había dicho sobre su baile. Aparte de tener la misma gracia natural, la bailarina en el escenario casi no parecía ser Violet en absoluto. Tenía mucha más expresión en su rostro mientras bailaba.