Aaron pasó todo el día siguiente en el trabajo pensando en su conversación con Keeley. No parecía enojada. Si tuviera que darle una palabra, diría que parecía resignada.
El enojo, el resentimiento o incluso la amargura tendrían sentido. Pero, ¿la resignación? Eso no encajaba con lo que sabía acerca de sus sentimientos hacia él.
Keeley no lo quería. Lo dejó en claro en todas las oportunidades que tuvo. Actuar resignada por todo el asunto lo hacía parecer que en realidad sí lo quería a su alrededor pero tenía demasiado miedo a las consecuencias como para hacerlo realidad.
No coincidía con su posición de "Nunca te perdonaré; no hay vuelta atrás". Había dicho cosas como esa varias veces.
"No hay vuelta atrás" era prácticamente su lema. Estaba decidida a seguir adelante y vivir su mejor vida sin él. Entonces, ¿por qué la resignación?