La telenovela continuó con Luz despertando en su antigua habitación mientras su padre le decía que se preparara para ir a la escuela. Ella entró en pánico frente al espejo al ver su rostro más joven antes de celebrar y decir que definitivamente evitaría a Aaron esta vez.
Keeley se burló. Ella también había sido así de ingenua una vez. Buena suerte escapando, chica.
—¡Ay, mi guapísimo Héctor está a punto de aparecer en la pantalla! —Valentina chilló y abrazó un cojín.
Todavía dudaba de que el actor, acostumbrado a interpretar papeles suaves y sexys, pudiera representar el hielo de Aaron. Ese tipo de frialdad era innato; no se podía replicar.
La escena cambió. Luz charlaba alegremente con sus amigos Diego y Alessandra mientras caminaban por el pasillo con sus uniformes escolares. Les dijo adiós cuando sonó la campana y de repente se encontró acorralada por una perfecta posición kabedon. El guapísimo de Valentina había llegado.