Como era de esperar, las reuniones de Aaron con los banqueros de inversión en Mónaco salieron perfectamente. ¿Por qué no lo harían? Utilizó exactamente la misma oferta que tenía en su primera vida. Los términos eran demasiado buenos como para rechazarlos y beneficiarían a ambas partes por igual a largo plazo.
Pasó casi una semana reuniendo la información que necesitaba mientras Cameron participaba en el torneo. Este viaje no fue para disfrutar. Aaron pasó cada momento de vigilia que no estaba conversando con empresarios preparando su propuesta.
Dudaba mucho de que la junta no lo aprobara, pero tenía un plan de contingencia para eso. Había firmado toda la documentación haciendo los tratos como individuo, no en nombre de la empresa.
En el caso de que se rechazara la propuesta, sería un negocio aparte que él podría dirigir y que no estaría afiliado a Inversiones Hale. Podría incorporarlo más tarde cuando se convirtiera en el CEO. Alistair no tenía por qué saber esa parte.