"Concentrarse en la tarea después de volver a casa del lugar de Aaron era una tarea casi imposible, así que Keeley abandonó y decidió pasar la noche en su antigua habitación en casa. Podría usar el consejo de su papá ahora mismo.
Cuando abrió la puerta principal con su llave, su padre estaba viendo un partido de fútbol en la televisión y la miró sorprendido. —¡Cariño! ¿Qué haces aquí? Pensé que estabas ocupada hoy.
Se rió con ironía. —¿Acaso no puedo visitar a mi persona favorita en un día que no sea domingo?
—¡Por supuesto que no! Me alegra que estés aquí.
Mutó el juego y palmeó el cojín del sofá a su lado. Dejó su bolso junto a la puerta y se quitó los zapatos antes de acurrucarse a su lado y descansar su cabeza en su hombro como cuando era más joven.
Robert tenía una presencia tan calmante. Ya se sentía un poco mejor solo de estar cerca de él.
—Papá… ¿crees que las personas realmente cambian? —Keeley preguntó en voz baja.
