—Lili, ¿qué sucede? —escuché la voz de Regaleon—. Mi amor, por favor despierta.
Puedo oír a Regaleon llamándome con tono preocupado. Mis párpados aún se sienten pesados, pero aún intento abrir mis ojos. Lo primero que vi fue la cara de Regaleon, mirándome preocupado.
—¿L-León? —pregunté con curiosidad sobre por qué me miraba preocupado.
—¿Estás bien, mi amor? —Regaleon preguntó. Su gran palma acarició mi mejilla y pude sentir el calor que emanaba de su tacto.
—Hmm… sí, creo que sí. —dije con dudas. Intenté recordar qué pasó antes de despertar, pero todo estaba borroso. —¿Q-Qué pasó? —pregunté con curiosidad.
Vi a Regaleon suspirar aliviado. —Estabas llorando en tu sueño y me preocupé, pensé que tenías una pesadilla. —me dio una sonrisa tranquilizadora indicándome que todo estaba bien.
—¿Una pesadilla? —pregunté. —Creo que estaba soñando, pero no puedo recordar qué era.
Sabía que había tenido un sueño, pero incluso si intentaba recordar de qué soñé, nada me venía a la mente.