—No sabía que el príncipe heredero de Jennova vendría tan temprano en la mañana —dijo Regaleon con un tono sarcástico.
—Pedí desayunar con la princesa —Gladiolus respondió con una sonrisa.
—Bueno, eso está bien. Sabiendo que esta será la última vez que veas a Alicia —Regaleon le devolvió la sonrisa.
—Regaleon tomó el asiento justo a mi lado.
—Estoy seguro de que esta no será la última vez que vea a Alicia —Gladiolus replicó a las palabras de Regaleon.
Los dos se miraron fijamente durante un tiempo. Siento que la tensión se intensifica en el aire.
—Su Alteza, su café —Tricia colocó cuidadosamente una taza de café frente a Regaleon.
Gracias a Dios por el pequeño gesto de Tricia, la mirada fue interrumpida y la tensión se alivió.
—Gracias, Tricia —Regaleon sonrió.
—Aquí, déjame ponerle algunos cubitos de azúcar —dije.
A Regaleon le gusta su café negro con dos cubitos de azúcar en él.