(Punto de vista de Regaleon)
—León. —escucho la dulce voz de Alicia llamando mi nombre.
—Estoy aquí. —respondí con una sonrisa.
Alicia se levanta apresuradamente de la cama al escuchar mi voz.
—León, lo siento. Por favor, perdóname. —escuché la voz suplicante de Alicia—. No quise hacerte enojar. No pensé primero antes de hacer mis acciones.
Las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de mi princesa. Limpio esas lágrimas suavemente con mis dedos.
—¿Sabes en qué te equivocaste? —pregunté con voz suave—. Mi celos se han calmado ya y no quiero que Alicia llore más que esto.
—Es porque estuve a solas con Guillermo en una habitación. —respondió Alicia—. Sé que no es excusa para ser ignorante. Debería haber pensado más en tus sentimientos. Sé que te lastimé cuando curé las heridas de Will en su habitación a solas. Como tu prometida, está mal que esté con un hombre a solas. Tu reputación también puede verse empañada por esto.