León me miró con tristeza en sus ojos.
—No te preocupes por mí. Siempre he sabido que no era bienvenida aquí y lo acepté. —Dije tristemente.
—Dime Alicia, ¿qué cosas quisieras hacer si te dieran la oportunidad de viajar? —Me preguntó León.
Miré a León confundida por su pregunta. Él esperaba pacientemente mi respuesta.
—Si alguna vez tuviera la oportunidad de viajar, quisiera ver el mar primero. Quiero ver el vasto agua que se extiende hasta donde alcanza la vista. —Dije—. Luego quiero ver los valles y las montañas. Tal vez también ver las cumbres nevadas del Monte Theses. También quiero visitar granjas y ver diferentes tipos de animales.
—Hmm, esa es una larga lista. —León asintió.
—Eso ni siquiera es la mitad. —Dije con una sonrisa—. Lo miro. —También quiero conocer diferentes tipos de personas. Quiero aprender mucho...
No pude terminar mi frase cuando sentí unos labios presionados en los míos. León me robó un beso rápido. Lo miro con sorpresa y me toqué los labios.