Llegué a la puerta del comedor. Theon cuidadosamente abrió la puerta y dentro vi esa larga mesa de comedor. En un extremo, el príncipe Gladiolo estaba sentado con gracia, una verdadera imagen de un príncipe heredero. Como pensé, él estaba aquí realmente esperándome.
—Buenos días Alicia —Gladiolo se levantó tan pronto como me vio entrar.
—Buenos días Gladiolo —Lo saludé de vuelta.
—Eres aún más hermosa que ayer —Gladiolo me elogió—. Hoy estás más radiante y brillante.
Me he vuelto inmune a sus cumplidos desde hace unos días. Cada vez que viene de visita, siempre me halaga con palabras tan floridas.
—Gracias por el cumplido —Le sonreí tímidamente.
Por supuesto, me siento más relajada después de los mimos de Tricia hace un rato, así que el cumplido de Gladiolo puede no ser solo un cumplido vacío. Pero aún así, las palabras que salen de su boca parecen algo para atraerme.