Los días pasaban volando en un torbellino de preparativos finales y emoción interminable. Ahora con catorce semanas de embarazo, los síntomas de Lucy habían mejorado significativamente en las últimas semanas; su malestar matutino había disminuido, sus niveles de energía habían vuelto algo, y el único síntoma persistente era su aumento del apetito sexual.
Tom lo encontraba divertido y halagador ya que el aumento del deseo sexual de Lucy traía una dinámica completamente nueva a su relación, y no podía quejarse, no cuando disfrutaba cada momento.
—¿Por qué sonríes? —preguntó Lucy con una sonrisa propia cuando sorprendió la mirada de Tom en el espejo mientras se preparaba para salir hacia su despedida de soltera en el hotel I-Global.
Faltaban tres días para su boda, y ambos estaban muy emocionados y felices por ello. Su amor el uno por el otro parecía profundizarse con cada día que pasaba.