Mientras Lucy salía de su dormitorio, vio a Amanecer saliendo del suyo con Evelyn y Jade, que llevaba el equipaje de Amanecer.
Lucy contuvo las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos y forzó una sonrisa cuando Amanecer se acercó para tomar su mano.
—Tuviste razón. A todos les caigo bien —dijo Amanecer, y esta vez la sonrisa de Lucy fue genuina, y todos los demás sonrieron.
—Claro que sí, a todos nos caes bien. ¡Ay, Amanecer! Te voy a extrañar tanto —dijo Lucy mientras se agachaba frente a Amanecer y la abrazaba mientras Sonia, Evelyn y Jade las observaban.
—Yo también te voy a extrañar. Te llamaré cada vez que pueda. Prometo —dijo Amanecer, y Lucy asintió.
—No deberíamos hacer esperar a la señora —dijo Evelyn suavemente, y Lucy asintió mientras se enderezaba, luego tomó de la mano a Amanecer, y todas continuaron bajando para unirse al resto de la familia que estaba en la sala de estar con la institutriz.