En el momento en que Jade entró en su dormitorio, recogió su teléfono, que estaba sobre la cama, y tal como esperaba, vio que tenía dos llamadas perdidas de Harry.
Decidió devolver primero la llamada de Harry antes de hablar con su madre.
El teléfono sonó un buen rato antes de que Harry recibiera la llamada, haciendo que ella frunciera el ceño: —¿Qué te ha llevado tanto tiempo?
—Acabo de salir de la ducha. Me sorprende que hayas devuelto la llamada. Por un momento pensé que estabas ignorando mi llamada a propósito porque estabas enojada conmigo —dijo Harry mientras se secaba el pelo con una toalla.
Jade rodó los ojos, —Lo que pasó no es motivo suficiente para no querer hablar contigo —dijo con un puchero mientras se sentaba en la cama como si Harry pudiera verla.
—Sin embargo, no consideraste apropiado decir que me amas o darme las buenas noches —señaló Harry.