Aaron y Harry pasaron más de una hora hablando sobre Candace y Jamal e intentando descubrir la mejor manera de darles la bienvenida y hacerles sentir que eran bienvenidos, pero también hacerles saber que eran familia.
—Quiero ir a casa...
—No. No te voy a dejar hacer eso —Harry interrumpió antes de que Aaron pudiera terminar.
—Aparte del hecho de que ya no tengo que preocuparme por la aparición de Sara, ya que la verdad está al descubierto, tengo a ti y a tu hermana. Me siento mucho mejor...
—Papá, no te voy a sacar del hospital hasta estar completamente convencido de que estás bien y no te vas a derrumbar de nuevo. No es algo que se pueda debatir —insistió tercamente Harry.
—No me importaría recibir tratamiento en casa —suplicó Aaron, pero Harry no quería saber nada de eso.
—El hospital está bien.
—¿Entonces dónde vas a dormir? ¿Qué pasa con Jade? —preguntó Aaron, recordándole a Harry que Jade aún estaba esperando.