Mientras Tom y Lucy caminaban en silencio por el pasillo del hospital, Lucy se dirigió a Tom cuando recordó algo que Jamal había dicho antes, —Por cierto, ¿realmente le ofreciste un coche a Jamal a cambio de que me dejara en paz?— preguntó Lucy con curiosidad, y Tom se rió.
—No fue eso lo que pasó. Él me pidió un coche y acepté dárselo. Pero se puso codicioso y también quería tenerte a ti. ¿Qué esperabas que dijera?— preguntó Tom, y Lucy se rió.
—Entonces, tenía que ser yo o el coche. ¿Cuál eligió?— preguntó Lucy, y Tom sonrió.
—¿Cuál crees que eligió?
—¿Yo?— preguntó Lucy con una sonrisa propia.
—Bueno, te eligió a ti. Pero eso fue solo después de preguntar si tenías un coche y cuando dije que sí. Pensó que ambos podrían usar tu coche— dijo Tom con una risa, y Lucy se rió a carcajadas.
—¡No, él no dijo eso!— dijo Lucy, riendo.
—Eso no es todo. También dijo que no se enfadaría ni te gritaría— dijo Tom con una sonrisa, y Lucy rió aún más.