Se podría decir con seguridad que el mundo de Aaron se había derrumbado a su alrededor cuando leyó esa carta. Su vida nunca volvió a ser la misma después de esa experiencia.
Ignorando todo lo que había dicho en la carta, intentó encontrarla en las semanas y meses que siguieron, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. Era como si hubiera desaparecido en el aire.
Más tarde descubrió por una de las modelos con las que Sara había estado cerca, que ella había suplicado a una de las supermodelos que solían ir a su estudio para que la conectara con su agente algunos meses antes, y habían acordado que se mudaría a Milán después de dar a luz.
A pesar de su descubrimiento, había encontrado una manera de comunicarse con ella a través de la supermodelo y cuando lo hizo, la rogó desesperadamente que no lo abandonara a él y a su bebé. Le había asegurado que podía casarse con él y aún seguir su carrera, que él la apoyaría en todo, incluso si eso significaba mudarse a donde estaba.