—Señor Jonas —Anita saludó con una inclinación de cabeza cortés y Harry la reconoció con un pequeño asentimiento, decidido a no dejar que el pasado se interpusiera en la cuidadosamente planeada cena de Debbie, especialmente desde que Anita se había disculpado antes de desaparecer.
—¿Dónde están todos? —preguntó Jade a Lisa, aunque todavía estaba procesando claramente la vista de Anita.
—En la sala de estar. Adelante. Annie, trae a los niños —dijo Lisa y Jade la siguió mientras se adentraban más en la sala de estar.
Aaron, sentado cómodamente en un sofá, levantó una ceja al verlas entrar. —Llegan tarde. Empezaba a pensar que estaban tan atrapadas la una en la otra que se olvidaron de la cena.
Jade sonrió y Harry soltó una risita baja. —No exactamente. Surgió algo —respondió Jade, aunque el ligero color que subía a sus mejillas no pasó desapercibido.