Diana seguía con el corazón acelerado al salir del estudio, sus emociones un torbellino de alivio y ansiedad.
Nunca había esperado desnudar su alma ante Shawn Rosewood, ni había anticipado su reacción. Su actitud tranquila y empatía inesperada la habían desequilibrado y ahora que él le había quitado las ganas de luchar, no sabía qué hacer.
Al llegar a su dormitorio, sus manos temblaban al empujar la puerta. Cerró la puerta detrás de sí y se recostó en ella, tomándose un momento para recomponerse. No podía permitirse perder tiempo en caso de que Shawn cambiara de opinión.
Con movimientos rápidos y eficientes, comenzó a empacar sus pertenencias. Mientras doblaba ropa y juntaba sus esenciales, su mente corría con pensamientos sobre todo lo que necesitaba hacer a continuación.