Mientras la música sonaba suavemente de fondo, Mia y Jeff se balanceaban suavemente en la pista de baile, atrapados en el momento.
El corazón de Mia estaba pesado por el peso de todo lo que había ocurrido, y no podía deshacerse de la sensación de que Jeff la había invitado a bailar porque quería hacerle algunas preguntas o decirle algo.
—¿Me sacaste a bailar porque querías decir algo? —preguntó Mia, su voz apenas por encima de un susurro.
Jeff la miró, sus ojos suaves y comprensivos. —No. Ya acordamos hablar después de la fiesta. Solo quiero que te diviertas. Así que, digamos que esto es mi intento de distraerte de lo que sea en lo que estuvieras pensando.
Mia estudió su rostro durante un momento, como si buscara algún indicio de engaño. —¿Por qué estás haciendo todo esto? —preguntó, su voz teñida de sospecha.
—¿Haciendo todo qué? —preguntó Jeff inocentemente aunque sabía lo que ella quería decir.
—¿Por qué eres tan amable conmigo?