La habitación de Lucy zumbaba de risa y emoción mientras todas las damas se preparaban para la fiesta de despedida de soltera/o con temática de blanco total.
Habían decidido vestirse en el dormitorio de Lucy ya que allí era donde Sonia se vestiría lejos de Bryan y querían estar con la futura novia, y también porque querían que los maquilladores y estilistas les atendieran en el mismo espacio.
La habitación estaba llena del intoxicante aroma de perfumes, el susurro de las telas y el tintineo de los accesorios. La atmósfera chisporroteaba con anticipación.
—Nadie tiene permitido verse más hermosa que la Señorita casi Sra. Hank este fin de semana —advirtió Lucy a los maquilladores y estilistas, y todos se rieron.
—Casi-Sra. Hank, ¿eh? Me gusta. Así es como deberían llamarme por el resto de la tarde. Además, Lu, debes saber que nadie podría verse más hermosa que yo incluso si lo intentaran. Y no es solo este fin de semana…