En la habitación de Jade, tanto Jade como Harry yacían en la cama, mirándose el uno al otro con una sonrisa en sus rostros.
Como Lucy, Jade había sido la primera en despertarse gracias a la erección matutina de Harry, que había estado presionando contra su trasero desde que se habían acostado en posición de cucharita, pero justo cuando ella se giró para enfrentarlo, él también se despertó, así que ahora ambos se miraban fijamente.
—Se siente surrealista estar acostada en la cama contigo de esta manera —dijo Jade, rompiendo el silencio.
—Eres tan hermosa —dijo Harry, y Jade levantó una ceja, preguntándose de dónde había venido eso.
—¿Eh? —preguntó ella confundida.
—Es la primera vez que despierto a tu lado de esta manera y veo tu cara matutina —dijo Harry y soltó una carcajada cuando Jade se giró rápidamente.
—¡Oh, mierda! —murmuró ella mientras se apresuraba a mirar su reflejo en el espejo para asegurarse de que se veía bien.
