Mientras Tom se ocupaba de editar la declaración oficial que Harry le había enviado, Lucy se sentaba tranquila del otro lado de la cama con un leve ceño fruncido entre sus cejas mientras seguía pensando en todo.
Aunque no le gustaba lo que estaba sucediendo, no podía evitar sentir lástima por Kimberly, que se había metido en todo este lío, y por Dawn, que había sido arrastrada al lío de los adultos.
Por lo que a ella le concernía, los padres de Kimberly habían sido irresponsables al divulgar tal información al público sin preocuparse por el efecto a largo plazo tanto en su hija como en su nieta.
Ella sabía que las cejas se levantarían ahora que Tom estaba a punto de lanzar una declaración para demostrar que él no era el padre del niño y que en realidad Lawrence Hank era el padre del niño.