Tom marcó el número de Kimberly después de reflexionar un rato si confrontarla o no por haberse acercado a Lucy cuando aún no tenía el resultado.
Quería asegurarse de ponerla en su lugar y dejarle claro que, aunque fuera la madre de su hijo, no iba a permitir dramas innecesarios ni que moleste a Lucy de ninguna manera.
—¡Hola! ¿Por qué llamas ya? ¿Ya salió el resultado? —preguntó Kimberly sorprendida después de responder la llamada en el quinto timbre.
—No, todavía no. Lucy me dijo que hablaste con ella. ¿Por qué lo hiciste? —preguntó Tom, y Kimberly se dirigió a sus estilistas para pedirles que la dejaran sola.
—No tenía malas intenciones, ¿de acuerdo? Sólo pensé que ya le habías contado, así que quise conocerla un poco, —explicó Kimberly.