Harry miró a su alrededor en su apartamento y no podía creer cuán revoltoso era. Esta era la primera vez que organizaba una reunión tan grande en su casa y ni siquiera había suficiente espacio para todos.
Le dolía la cabeza. Todos estaban hablando al mismo tiempo, algunos sentados, otros de pie, y las personas estaban en cada rincón que miraba en su sala de estar.
Ahora que había resuelto su malentendido con Tom, no había ninguna razón para que ella abandonara la reunión ya que él no estaría en ludus hasta al menos un par de horas, así que estaba ocupada hablando con sus padres sobre el arresto de su madre, mientras Sonia hablaba con Desmond y Evelyn.
—Tengo hambre —se quejó Sonia, y Evelyn se giró hacia ella.
—Por supuesto, lo estarías. Dudo que hayas comido algo desde que saliste de la casa, ¿o sí? —Evelyn preguntó, y Sonia negó con la cabeza.
—¿Por qué no vamos a la cocina y preparamos la cena para todos? —sugirió Jade a Candace, y tanto Lucy como Sonia se unieron a ellas.
