Amy se paró sobre la cama donde Miley estaba cubierta con su edredón, —¡Ya he tenido suficiente de esto, Miley! Sal de la cama— Amy siseó mientras quitaba el edredón.
Estaba a punto de vestirse para que pudieran ir a la entrevista que tenía programada con los hombres que aspiraban a ser el futuro esposo de Miley, pero Miley, por quien estaba haciendo todo esto, seguía en la cama.
—No quiero hacerlo—, Miley dijo con un sollozo.
—Está bien. Ya que quieres seguir lamentándote, supongo que debería llamarlos y cancelar todas las citas. Y luego también llamaré a tus padres...—
—¡No puedes hacer eso!— Miley protestó mientras se levantaba para mirar a Amy con ojos tristes.
—Sí puedo. Y lo haré si sigues comportándote como una niña en esto. Ya has estado lamentándote durante casi cuarenta y ocho horas. Si no quieres salir de la cama ni continuar con los planes, es mejor que te quedes en la cama del hospital en lugar de aquí—, Amy dijo con un ceño fruncido.
