Harry no tenía idea de cuánto tiempo había estado durmiendo, pero lo primero que llegó a su mente cuando abrió los ojos fue su padre. Necesitaba llamar a Lucy para averiguar cómo estaba su padre.
Estiró sus manos hacia la mesita junto a la cama con la esperanza de tocar su teléfono ya que ese era el lugar donde usualmente lo colocaba, pero su teléfono no estaba a su lado. Fue entonces cuando recordó que había dejado el teléfono en la sala de estar después de llamar a uno de sus hombres para que lo ayudara a investigar el hospital donde había nacido.
Echó un vistazo al reloj en su mesita de noche mientras se levantaba y se sorprendió al ver que ya eran casi las 19:00 de la tarde.
Entró en su dormitorio solo para buscar aspirinas para su dolor de cabeza y se sentó en la cama para tomar aliento. No tenía idea de cómo se había quedado dormido, pero sabía que estaba agotado en todos los sentidos de la palabra. Esa era la única razón por la que había dormido tanto tiempo.