Tom salió de la ducha con una toalla atada alrededor de la cintura y otra en la mano, que utilizó para secarse el cabello mientras caminaba hacia la cama para recoger su teléfono, que había estado sonando todo el tiempo que estuvo en la ducha. Las llamadas perdidas eran de Harry y Bryan. Marcó el número de Bryan y conectó el teléfono a su airpod antes de dejar el teléfono en la cama y caminar hacia el cajón para elegir un bóxer y una camisa.
—Lo siento, no contesté tu llamada. Estaba en la ducha cuando llamaste, —Tom explicó una vez que se conectó la llamada.
—Está bien. Solo me cansé de esperar a recibir noticias tuyas. Por cierto, mi asistente enviará tu disfraz mañana por la mañana. ¿Dónde lo quieres? —Bryan preguntó, queriendo resolver eso antes de comenzar la charla de la noche.