—Coincidencia —dijo Jade mientras dejaba caer uno de los trozos de papel que había desgarrado en el suelo.
—No es una coincidencia —soltó otro.
—Coincidencia —soltó otro.
—No es una coincidencia —dejó caer el último papel y suspiró mientras se levantaba de la cama y comenzaba a dar vueltas por el dormitorio.
Aunque se suponía que debía concentrarse en prepararse para el caso judicial contra el cártel de la Legión, no podía dejar de lado la sensación en sus entrañas de que no era una coincidencia que Candace se pareciera tanto a la madre de Harry.