Jade observó al señor Jonas, mientras él también la miraba. Estaba vestido con una camisa a rayas azules y pantalones chinos negros y estaba descalzo. Se veía grande, robusto y cómodo. Parecía el tipo de hombre con el que te sentirías segura en su compañía incluso sin saber su nombre. No parecía que pasara mucho tiempo en el gimnasio, aunque su piel estaba bronceada como si pasara mucho tiempo al aire libre.
También se veía muy guapo, y aunque Harry había heredado algunas de las facciones faciales de su madre, como sus ojos y su sonrisa con hoyuelos, no había duda de que también había obtenido parte de su buen aspecto de su padre. Como la nariz recta, los labios llenos, las cejas espesas y su cabello.