El coche estaba lleno de un silencio ensordecedor después de la declaración de Lucy. La expresión de Tom no delataba lo que estaba pensando mientras continuaba conduciendo, y no se molestó en dedicarle una mirada.
Mientras Lucy pensaba que lo había dicho mal y que debería disculparse y explicarse adecuadamente para que Tom no la malinterpretara, Tom, por otro lado, se preguntaba qué podría haber provocado que ella hiciera tal afirmación. Entendió que lo que ella quería decir era que no quería casarse, y que no se trataba de él. Aun así, no pudo entender por qué lo planteó de esta manera.
—Lamento que haya salido mal.
—Nunca dije que quería que te casaras conmigo — dijeron ambos al mismo tiempo y se volvieron el uno hacia el otro.