—Dime, ¿lo haces? —Jade preguntó, acercándose más a Harry, quien retrocedió mientras dejaba su vaso antes de encontrar su mirada.—
—¿Hacer qué? —
—¿Te gusto? —Jade preguntó después de un momento como si estuviera tratando de recordar cuál era la pregunta.—
—¿Se supone que no me tienes que gustar? —Harry preguntó a cambio, y ella se rió.—
—Eso no es lo que estoy preguntando, y tú lo sabes. No evadas la pregunta —dijo Jade mientras ponía una mano en su pecho, y los ojos de Harry cayeron en sus uñas perfectamente arregladas.—
—Lo único que sé es que estás borracha y es hora de ir a casa antes de que nos avergoncemos a cualquiera de los dos —dijo Harry mientras trataba de alejarse de ella, pero Jade se lanzó hacia adelante y se acomodó en su cuerpo, con su cabeza descansando en su pecho.—