Tom la levantó del agua mientras salía lentamente de la bañera, —Ten cuidado, Tom,— dijo preocupada, temiendo que resbalara.
—No te preocupes,— Tom la silenció con un beso mientras la llevaba a la cama. Habían hablado más en el agua que bañándose, y ahora estaba fría.
Una vez que la colocó en la cama, volvió para tomar dos toallas. Usó una para limpiarle el cabello, y la otra para secar su cuerpo.
—¿No vas a secarte el cuerpo?— preguntó Lucy después de que él hubiera secado el de ella.
—Estoy bien,— dijo Tom mientras caminaba hacia su armario para buscar una venda.
—¿Qué es eso?— preguntó Lucy mientras trataba de levantarse, y Tom sonrió mientras se detenía frente a ella.
—Es una venda para ti,— dijo Tom, haciendo que ella levantara una ceja.
—Sé lo que es. ¿Para qué lo necesitamos?— preguntó, aun sabiendo la función de una venda. Simplemente no entendía el propósito que debía cumplir.