—Tom... —Lucy gimió su nombre en una súplica necesitada mientras él besaba sus muslos internos y se movía hacia su raja nuevamente.
—¿Quieres algo, nena? —Tom preguntó con la boca enterrada en su raja mientras la lamía con la lengua y frotaba su clítoris con un dedo.
El cuerpo de Lucy vibraba de placer cuando él usó su otra mano para jugar con sus pezones duros como piedra, —No puedo... Yo... creo que... ¡Ahhh!
Lucy gimió cuando Tom pasó su lengua por toda la longitud de su raja y lamió sus jugos una vez más. Todo su cuerpo comenzó a temblar con una explosión de liberación y ella trató de alejarlo mientras sentía la sensación de hormigueo expandirse por todo su cuerpo.
—¡Detente! Por favor, detente, —jadeó con los ojos cerrados mientras se retorcía y gemía de placer, pero Tom continuó lamiendo sus jugos mientras salían de ella, haciéndola gritar de placer mientras su cuerpo temblaba.