Después de que Tom tomó un sorbo del vaso de agua que Lucy le ofreció, y que él se calmó, inclinó su cabeza hacia la derecha y la miró. El rostro de Lucy se enrojeció intensamente y ella mordió su labio inferior con vergüenza sin mirarlo a los ojos.
Aunque cuando ella le había propuesto cenar juntos, él sospechó que indirectamente le estaba extendiendo una invitación sexual, no esperaba una pregunta tan atrevida y directa por parte de ella. ¿Qué iba a hacer con esta mujer?
Después de un par de segundos, Tom carraspeó, —¿Por qué no puedo recordar haberte dicho algo sobre tener sexo contigo después de la cena? —Tom preguntó con diversión.