Eva observó a Zarin, quien después de despertarse se sumergió en sus libros. Estaba muy decidido a ayudarla. Ilyas se sentó en silencio y también leyó uno de sus libros, pasando página tras página. A veces levantaba las cejas. Eva supuso que debía ser las veces que leía algo sorprendente o interesante.
Dejándolos leer, volvió a su mapa e intentó hacer algunos bocetos de lo que creía que sería un buen plan. Gina dijo que sabía poco sobre estrategias de guerra, pero era buena encontrando lagunas y luego las corregían juntas. Zamiel estaba mayormente en silencio. Eva sabía que él quería darle espacio para descubrir su propia fuerza, pero estaba ahí en caso de que ella lo necesitara.