"Educar la mente sin educar el corazón no es educación en absoluto.— Aristóteles
***************************
El nombre del demonio de cabello plateado era Ilyas. Él la ayudó a limpiar y colocaron a Zamiel en su cama. Parecía muerto, pero Ilyas le aseguró que no lo estaba.
Irene mezcló algunas hierbas con propiedades curativas y las aplicó en la herida de Zamiel antes de vendarlo. Ahora solo tendrían que esperar y esperar que sanara.
Ansiosa, se sentó junto a su cama, rezando para que él estuviera bien. Quería volver al Cielo y asegurarse de que todo estaba bien. Nunca antes se había sentido tan desesperada. Si algo le sucediera a este hombre, su nieta nunca volvería a ser la misma.