Salió por la puerta principal y se topó con el pequeño grupo de gente que había escuchado por la ventana, poco menos de 20 personas marchando en una protesta pacífica con pancartas que decían "alianza para una sociedad sin réplicas", "réplicas=caos" "Dios no creó a las réplicas". El mal al que la sociedad culpaba de todos los problemas ahora eran las réplicas. Seres humanos artificiales creados a partir de la alquimia en 1944. Durante la segunda guerra mundial, el eje y los aliados competían por encontrar los recursos más destructivos posibles para poder ganar la guerra. En esa ardua contienda, un grupo de científicos investigadores en una base militar secreta en un bosque de Noruega habían encontrado un arma bastante eficaz, seres humanos completamente funcionales y capaces creados a partir de metales y piedras preciosas. En un principio, los científicos dudaron en revelar al Reich tan colosal descubrimiento que en potencia podía extender la guerra por muchos años más, sin embargo pronto una parte del equipo de investigación se propuso contar toda la verdad y otros incluso en desertar de la base y buscar asilo en América creando un fuerte conflicto de intereses que para cuando se resolvió la ocupación alemana en Noruega ya había finalizado, pero, no evitó que eventualmente se revelara al mundo entero dicho logro. Desde entonces las réplicas han pasado por grandes cambios en cuanto a sus funciones y uso, en la actualidad las Naciones Unidas han intervenido en la producción con diferentes regulaciones y leyes tratando controlar la fabricación desmedida y el uso inapropiado. Todo eso era información que se podía aprender en las escuelas, formaba parte de la educación básica en casi todos los países pero con todo y eso, existían personas que cuestionaban la veracidad de los hechos y los interpretaban de manera deplorable creando alocadas teorías al respecto siendo un grupo de ésos las personas que protestaban en este momento. Resguardados en creencias religiosas impulsaban su discurso acerca de como las réplicas no deberían tener derechos humanos y en su lugar ser considerados incluso menos que los animales por el hecho de haber sido creados en un laboratorio y no por la intervención divina de algún ser Supremo todopoderoso. Jack se sentía asqueado de esas personas ya que les conocía bien, pues todos en su gran mayoría eran criminales o tenían un historial criminal bastante llamativo por decir algo, Jack apretó los dientes en señal de disgusto, alguien siempre comenzaba a provocar a los manifestantes y terminaba todo en una trifulca, casi siempre era él quien iniciaba la pelea, pero hoy no quería así que se dirigió al café de Jimmy que estaba cuatro cuadras más abajo del edificio de policía. Le gustaba el café de ese lugar, pero porque era el único establecimiento que le dejaban colocarle whiskey al café sin poner reparo. Desafortunadamente, esa mañana de ese día no iba a poder realizar su rutina pues el lugar estaba acordonado por la policía, un crimen se había cometido ahí.