Ella elevando sus ojos por encima del umbral de la casa, observa con curiosidad el letrero el cual reflejaba claramente su nombre escrito, para Selena esta extraña sensación no es nueva, al saber que sólo ella puede ver cosas así, tan normales en su día a día..
Selena sabía que algo especial la esperaba ese día, desde que el alba rayo el hermoso cielo y los delicados rayos de luz tocaron su faz, algo no parecido al destino, anticipaba a su cuerpo la llegada de un aire fresco y oscuro, ese algo que no se explica con lógica o palabras sino que, solo su alma le alertaba que se aproxima.
Selena luego de entrar en la tienda de antigüedades, pregunta al chica de servicio una joven de aspecto gótico algo lúgubre y despreocupada
-Hola Rebeca, ¿Sabes donde esta, el libro de la Dama Negra? ayer después de ir a la biblioteca vine aquí y creo que lo dejé...
-Rebeca: Pues no se realmente nada acabo de abrir por órdenes de mi tía, no he revisado, pero puedes ir búscalo ti misma, yo saldré por un cigarrillo, después te ayudo a buscar.
- Esta bien, yo lo busco... gracias.
La verdad es que Rebeca era muy descuidada en todo, o eso pensaba nuestra protagonista.
Luego de haber perdido treinta minutos buscando el libro se da por vencida
- Ya es algo tarde debo ir a trabajar, luego seguiré buscando, es lugar es muy grande, ya tendré más oportunidad de volver.
Despidiéndose de la apática Rebeca que estaba a las afueras de comercio, se retira algo molesta con paso rápido y algo ruidosos, pensando en donde puedes esta su sagrado libro.
Al ir tan centrada el sus pensamientos, cruza la calle con poca cautela, donde en su afán una gran camioneta de color negro se frena con estrépito sobre ella..
Selena volviendo a la realidad, y gracias a sus reflejos se muy con velocidad y de salto repicando velozmente, se libra de un fatal golpe a causa del frenazo.
-Que te pasa!, acaso no me viste!.
Sale del auto un hombre alto y muy fornido, que de inmediato dice:
-Señorita fue usted quien cruzo con luz roja, aun así esta usted bien?.
- Si si lo estoy, yo ...,yo, mmm yo
-Aquí tiene la tarjeta de mi Maestro si desea que se aclare que punto su inconsciencia, o si desea algo más. La llevare al hospital ahora, súbase porfavor.
- No!, no estoy bien gracias discúlpeme por favor soy yo quien causó esto, estoy bien y no paso a mayores, gracias por preocupación.
Con decirle esto al caballero de traje toma la tarjeta y se va rápidamente del lugar, con un criminal dejando la escena.