Blake estaba sentado en su opulenta oficina, con la vista fija en la ventana que daba a la ciudad que una vez había amado. Los recuerdos de sus antiguos compañeros y su sacrificio parecían desvanecerse en el tiempo, reemplazados por una obsesión insaciable. La herencia de su abuelo, el antiguo libro y el arma ancestral, ahora se mezclaban con su ambición desenfrenada.
Un sobre cerrado reposaba sobre su escritorio, el emblema de las fuerzas armadas estampado en él. Blake lo recogió y abrió cuidadosamente, revelando un mensaje escrito con letra elegante. Era una invitación para unirse a un programa especial, un ejército élite formado por individuos con habilidades excepcionales. Una sonrisa fría cruzó el rostro de Blake mientras dejaba el sobre a un lado. Sus contactos y sus influencias habían abierto esta puerta, y él estaba decidido a aprovecharla al máximo.
El arma ancestral yacía oculta en un compartimiento secreto de su escritorio, lejos de miradas curiosas. Blake sabía que no podía utilizar directamente su poder debido a que no era un híbrido, pero eso no disminuía su valor. Había aprendido a manipular la percepción de los demás, usando el arma como una amenaza silenciosa. Aquellos que se atrevieran a cuestionarlo o a interponerse en su camino eran rápidamente silenciados por el oscuro poder que sostenía en su mano.
A medida que Blake ascendía en las filas del ejército, también avanzaba en su plan. Comenzó a infiltrarse en los círculos de investigación relacionados con los Nephilim, compartiendo su "conocimiento" y aportando ideas meticulosamente planeadas. Sabía que necesitaba encontrar sujetos estables, aquellos que pudieran soportar la mezcla de sangre y ser controlados para usar el arma.
Sus contribuciones no pasaron desapercibidas. Su influencia y sus logros lo llevaron a la formación del Escuadrón F22, un grupo de individuos cuidadosamente seleccionados que llevarían a cabo experimentos con la tecnología ancestral. El número 22 era un símbolo de su corrupción, tallado en el arma como un recordatorio constante de su descenso hacia la oscuridad.
A medida que avanzaban los experimentos, Blake comenzó a ver resultados mixtos. Algunos sujetos eran capaces de aprovechar el poder del arma de manera efectiva, mientras que otros se convertían en monstruos incontrolables. La sangre de los Nephilim no era una fórmula mágica, y la obsesión de Blake lo había cegado a las consecuencias impredecibles.
Sin embargo, su sed de poder no conocía límites. Blake había aprendido a mantener a raya los problemas, ocultando los fracasos y usando a los sujetos exitosos para sus propios fines. La corrupción del Escuadrón F22 estaba completa, y Blake se había convertido en el líder indiscutible de este grupo oscuro y retorcido.
Mientras el escuadrón continuaba sus actividades en la sombra, Blake mantenía sus conexiones con el mundo exterior. Su riqueza y poder aumentaban, y su influencia se extendía a los rincones más oscuros de la sociedad. Los valores que alguna vez lo habían guiado habían sido reemplazados por la ambición y la avaricia despiadadas.
En su oficina, rodeado de riqueza y símbolos de su éxito, Blake contemplaba el arma ancestral con una mezcla de satisfacción y vacío. Había alcanzado lo que quería, pero a un costo demasiado alto. El eco de las voces de sus compañeros fallecidos seguía resonando en su mente, pero Blake había dejado de escuchar. La oscuridad lo había consumido por completo, y ya no quedaba rastro del hombre que solía ser.
Sin embargo hubo un tiempo en que el Escuadrón F22 no estaba completamente sumido en la oscuridad. Un joven se unió a sus filas, un hombre de valores arraigados y moral inquebrantable. Su nombre era Samuel Caldwell. A pesar de los intentos del escuadrón de corromperlo, Samuel se mantenía firme, enfocado en su deber y en su familia.
Samuel había pasado por dificultades inimaginables. Su esposa había fallecido al dar a luz a su segundo hijo, dejándolo solo para cuidar de sus dos hijos. Esa tragedia había forjado su carácter en el fuego de la adversidad. Cada día, luchaba para mantener a su familia a flote y darles un futuro mejor.
Aunque Samuel se unió al Escuadrón F22 por necesidad, nunca dejó que la corrupción de sus colegas lo tocara. Siempre mantuvo la cabeza en alto y llevó a cabo sus misiones con honor. Era respetado por todos, un hombre de integridad en un mundo lleno de sombras.
El Escuadrón F22, aunque sumergido en actividades turbias, encontró un rayo de luz en Samuel. Admiraban su determinación y su capacidad para mantenerse fiel a sí mismo. Aunque sabían que él no compartía sus secretos oscuros, lo valoraban por su lealtad y compromiso.
Durante años, Samuel equilibró su vida en el escuadrón con su responsabilidad como padre. Siempre hacía lo posible para estar con sus hijos, educarlos en los valores que consideraba esenciales. Aunque su corazón estaba lleno de pérdida y dolor, encontraba fuerzas para seguir adelante, alimentado por el amor y la esperanza que sentía por su familia.
El Escuadrón F22 había acogido a Samuel, no por su corrupción, sino por su habilidad y ética de trabajo. Era uno de los suyos, un pilar de integridad en medio de la depravación. Sin embargo, el tiempo es implacable, y Samuel se acercaba al final de su vida.
Blake siendo meticuloso como fue desarrollándose observó mientras Samuel luchaba contra la corrupción que lo rodeaba. Observó cómo peleaba para mantenerse firme, incluso cuando sus compañeros caían en la locura. Pero cuando Samuel comenzó a cuestionar el propósito de las experimentaciones y la manipulación, Blake supo que no podía permitirlo. Había empezado a ponerle trabas e incluso quería sacarlo del escuadrón para no ser cuestionado, no era así como se supone que debía funcionar, pero sin un motivo prudente de hacerlo el escuadrón podría empezar a socavar su autoridad si se sentían insatisfechos y aún no había alcanzado su objetivo.
…
La noche en que Samuel robó el arma fue un punto de inflexión. Se había dado cuenta de que el arma era peligrosa, una herramienta que podría usarse para manipular y controlar a quienes lo rodeaban así como el poder que esta ejerce, lo descubrió en una charla ociosa con sus compañeros, y pese a que su voluntad era fuerte, tenía miedo de sus acciones y consecuencias, pero su interior le gritaba que seria lo mejor que podría hacer para detener los experimentos inhumanos que se realizaban. Peleó contra sus compañeros híbridos, eliminándolos uno por uno en una batalla desesperada. Pero Blake estaba allí, en el centro del caos, esperando.
El enfrentamiento final entre Samuel y Blake fue un torbellino de acción y conflicto. Ambos hombres lucharon con una ferocidad intensa, cada uno determinado a salir victorioso. Blake había cambiado, su mente se había deteriorado, y su deseo de poder lo había vuelto cruel y despiadado.
En medio del enfrentamiento, Samuel resultó herido, y su cuerpo había sido marcado por el conflicto interno. Blake, por otro lado, parecía haberse vuelto un híbrido él mismo, su mente distorsionada por el poder que buscaba. Se enzarzaron en un intercambio frenético, luchando por el control del arma ancestral.
En un momento de desesperación y en el cual Blake sintió que había ganado y sintió una confianza recorriendo su columna vertebral sintió la necesidad de acercarse y pisar a quien se había atrevido a desafiarlo, sin embargo no esperaba lo que sucedió a continuación, Samuel logró arrebatar el arma de las manos de Blake en un salto rápido empujando a Blake con sus piernas. El poder del arma lo inundó, y en un último acto de valentía, huyó de la escena, llevándose el arma consigo sabiendo que nada bueno saldría de quedarse cerca. Se escondió junto a su familia bajo un nuevo nombre, un alias que protegería a sus seres queridos de las sombras que habían estado persiguiendolos…
En su lecho de muerte, rodeado por la oscuridad que lo había rodeado durante tantos años, Samuel tuvo un último acto de valentía. Reunió sus fuerzas y llamó a su hijo, un hombre que había sido testigo de su lucha constante. Le confió la verdad detrás de la guerra que había estado ocurriendo en las sombras, el alcance del Escuadrón F22 y la existencia del arma ancestral.
Su hijo, con lágrimas en los ojos, escuchó cada palabra con asombro y tristeza. Samuel extendió su mano temblorosa y entregó el arma ancestral, un legado de la pureza que había mantenido a lo largo de los años. "Espero que puedas encontrar un propósito para esto, hijo mío", susurró con debilidad.
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Sin embargo pese a las palabras de su padre y temor por lo que pudiera suceder si era descubierto, decidió obtener más conocimientos de la misma en el ejército, el mismo lugar donde su padre obtuvo el arma, en sus múltiples esfuerzos por unirse o obtener información de la rama F22, no se estaba acercando a la verdad, puesto que no sabía que los caminos del grupo se habían separado del ejercito tiempo despues del robo del arma…
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