Me despertó el sol por la mañana, la espalda me dolía por dormir en el suelo.
Al levantarme note que Yuna seguía durmiendo, parecía que estaba por despertar también.
Despertó, pero parecía que ella estaba asustada por lo que pasó ayer, su cara se veía muy desconcertada.
"Gracias Yuna por salvarme la vida", le dije para ver si eso la lograba animar un poco.
"Lo siento hermano, no se lo que pasó ayer, en ese momento, me sentí muy fría como si me fuera a congelar, vi que al monstruo lo atravesaron las cuchillas de hielo, que al parecer generé yo, me sentía muy asustada, estaba aterrada de que algo pudiera pasarte hermano.", me dijo mientras se volvía hacia mi y le di un abrazo.
"Tranquila hermanita, tú nos salvaste a los dos, así que no te preocupes, por ahora no hay peligro, así que relájate gracias", le dije y acaricié su cabeza u poco para consolarla.
Al decirle eso, su sonrisa apareció asintiendo con la cabeza
"Oye, ¿Crees que puedas hacer eso otra vez?", le pregunte mientras la dejaba de abrazar.
"Vamos a afuera de la cueva para ver si puedes", le dije, "Está bien hermano", me dijo mientras nos poníamos de pie.
"Espera, iré a ver si es seguro", dije mientras salía de la cueva con cautela.
Yuna esperó obedientemente mientras salía.
Comprobé que no hubiera algún monstruo cerca o algo inusual.
Salimos de la cueva y Yuna intento invocar otra vez el hielo por un rato, pero desafortunada mente no lo logró.
"Lo intento, pero no puedo hacerlo hermano", me dijo sintiéndose decepcionada de sí misma.
"Descuida, tal vez logres después", le dije dándole ánimos.
"Está bien, pero, lo que yo me preguntó es, ¿Por qué pude invocarlo?, Nunca antes había podido hacer algo así", me dijo mientras se sentaba confundida en el suelo.
"Tal vez todo se debió a el extraño fenómeno con la luz, a lo mejor el sol fue el causante", le dije mientras reflexionaba sobre los eventos.
"¿Recuerdas el destello que dio el sol ayer?", le pregunte mientras señalaba hacia arriba.
"Si, lo recuerdo", me contesto mientras se volvía hacia mí.
"Tal vez eso fue lo que te dio tus poderes e hizo mutar a las personas", le dije recordando los eventos del día anterior.
"Ya veo, ¿tú también tienes poderes hermano?", me preguntó.
"No lo sé, pero puede ser probable", dije mientras pensaba en que clase de poder podría tener.
"Por ahora quedemos en esta cueva y descansemos", le dije mientras volvíamos dentro, Yuna asintió y me siguió.
Pasadas unas horas, me dirigí hacia el bosque, a buscar un lugar donde ir al baño.
Mientras iba caminando, a lo lejos, se oyó un gran estruendo, vi como caía una persona desde el aire y se acercaba a una gran velocidad.
¡¡¡Cuidado abajo!!!, gritó la persona con una voz aguda.
"Ouch", dije mientras sentí como le persona cayó justo encima de mí.
"¿Qué es esto?", pensé mientras en mi mano sentía algo muy suave.
¡¡¡Pervertido!!!, gritó la persona que calló sobre de mí.
Al parecer lo suave y blando que sentí hace un momento, eran los pechos de la chica que me calló encima.
"¿Como te atreves a tocar mi cuerpo?", me dijo furiosa mientras me pegaba con una vara que tomó del suelo.
"Ouch, yo no tengo la culpa, tu fuiste la que me cayó del cielo", le dije intentando cubrirme de los golpes con la vara que me daba.
"De todas maneras, ¿Quién eres tú? Y ¿Qué haces aquí?", me dijo la chica mientras dejaba de golpearme
"Eso debería estar preguntándote yo, ¿Qué fue ese gran estruendo de hace rato?", pregunte mientras me paraba del suelo junto con ella.
"Un horrible monstruo con la habilidad de explotar su cuerpo me atacó", dijo enfurecida la chica mientras se sacudía su ropa.
"Entiendo, a todo esto, ¿te encuentras bien?", le dije mientras veía si no se había lastimado.
"Si, una explosión como esa no dañara ni un poco mi cuerpo", dijo sintiéndose orgullosa de ello.
"Ya veo, ¿Tienes una increíble defensa?", le pregunté ingenuamente.
Así es, mi cuerpo es tan resistente que la espada más filosa no podría dañar lo, pero, a pesar de ello, mi piel es muy suave y tersa", me dijo mientras se pasaba su mano por su brazo izquierdo.
"Okey, creo que aún no me he presentado, un gusto en conocerte, mi nombre es Ryu Raiden, ¿Cuál es el tuyo?", le pregunté dándole fin a esta plática.
Un gusto en conocerte, mi nombre es Ishi Rykku", me dijo revelando su nombre.
"Bueno, con tu con permiso, me retiro", le dije mientras me daba media vuelta y regresaba a la cueva con Yuna.
"Oye, ¿A dónde crees que vas?", me dijo Ishi enojada.
"Me voy a un lugar seguro", le dije mientras seguía caminando.
"¿Piensas dejar a una dama indefensa en medio de este tenebroso bosque lleno de criaturas horribles como la que me atacó?", dijo furiosa mientras me seguía.
"No tengo la intención de ayudarte, tengo mis propios problemas, solo nos topamos por casualidad, además, tienes una buena resistencia, adiós", le dije mientras me despedía de ella alzando mi mano y moviéndola de lado a lado sin voltear.
"Oye, te dije que esperaras, al menos déjame quedarme un tiempo contigo, el que tenga buena defensa, no significa que no me duelan los golpes", me dijo pasando de enojada a preocupada.
"Haaa, está bien, te llevare a un lugar seguro, pero eso sí, tendrás que conseguir tu propia comida", dije mientras me volvía hacia ella fastidiado.
"Está bien, muchas gracias", me dijo sintiéndose aliviada.
¿En dónde se ha ido mi día?, Ya esta apunto de anochecer, espero que Yuna se encuentre bien, espero que no esté asustada.
Ahora que lo pienso, no me detuve a ver detalladamente a esta chica.
Su cabello es plateado, es de la misma estatura que yo, tiene ojos verdes, una boca y nariz pequeñas, tiene un buen busto, pensé mientras la veía detenidamente caminar a mi lado.
¿En qué rayos estoy pensando?, ¿Que soy un viejo rabo verde?, voltee a mirar a otro lado, su vestimenta parecía ser un uniforme de alguna escuela.
De todas maneras, debo admitir que esta chica es muy hermosa, de pies a cabeza.
"¿Sucede algo Ryu?", me dijo Ishi mientras volteaba a verme con sus hermosos ojos.
"A no, nada", le dije mientras miraba el camino de nuevo.
"Ya estamos cerca", le dije mientras llegábamos a donde se encontraba Yuna.
"Empezó a hacer un poco de frío", dijo Ishi mientras pasaba sus manos por sus brazos y temblaba un poco.
"Si", le dije viendo a Yuna venir hacia mí.
"Hermano, mira esto, pon atención en mi mano", me dijo Yuna muy emocionada.
"¡¡¡Wow genial!!!", dije mientras observaba que de la mano de Yuna salió una bola de nieve de la nada.
"Estuve practicando mucho mientras no estabas", me dijo muy animada.
"A todo es, ¿Dónde estuviste todo este tiempo?, estaba muy preocupada por ti, creí que algún monstruo te había hecho algo malo, estaba apunto de ir a buscarte", me dijo inspeccionándome de pies a cabeza.
"Lo siento, me sucedieron un par de cosas", le dije mientras sonreía por verla feliz y emocionada.
"¿Tienen que ver con la persona que está esperando afuera de la cueva?", me dijo Yuna asomándose a ver a la persona.
"Si", le contesté a Yuna dándole la razón, "¡¡¡Oye!!!, puedes entrar", le dije mientras me volvía hacia ella.
"Hola, buenas tardes, mi nombre es Ishi, un gusto conocerte", dijo mientras le daba la mano a mi hermana con una sonrisa.
"Un gusto conocerte, mi nombre es Yuna", dijo mi hermana devolviéndole el saludo con la misma emoción.
"Bueno, me alegra que estés devuelta, hermano", dijo Yuna volviéndose hacia mí.
"Si, debemos descansar hoy, mañana nos iremos de aquí, debemos ir cambiando de lugar constantemente ya que, si nos quedamos mucho tiempo en un solo lugar los monstruos tarde o temprano nos encontrarán", dije mientras me acostaba en el suelo de la cueva.
"Ok, entiendo", dijo Yuna mientras hacía lo mismo que yo".
"Por mi está bien", dijo Ishi acostándose junto con Yuna-
Y así, nos quedamos en esa cueva hasta el amanecer del siguiente día.