Después de aquella plática salimos todas juntas al gremio a realizar por lo menos 3 o 4 misiones con un buen pago, de esa manera mantendríamos nuestro capital estable y constante, como siempre, estaba vestida con mi conjunto para pelear, por si pasara algo como las veces pasadas.
Akio dijo que le explicaría la situación romántica a su madre más tarde, ya que estábamos caminando por la calle y Akio estaba abrazando mi brazo derecho, feliz como siempre.
Por otro lado, Kary estaba abrazando mi brazo izquierdo con una sonrisa que podría iluminar incluso la oscuridad más profunda.
Creí que la gente nos miraría raro, pero no, la gente parecía tomarlo muy normal, escuché incluso decir a la gente cosas como "Mira, se ven muy felices esas chicas abrazando a su novia", o "Que suerte tienen, yo quisiera ser tan feliz como esas dos"
En fin, ese tipo de cosas, según lo que Kary nos estaba diciendo, es normal expresar el amor que una pareja se tiene, es una forma de demostrar que son felices y que han encontrado a la persona con la que quieren pasar su vida, por eso es normal que nadie se queje o cosas así, es normal expresarse.
Al llegar al gremio Kary, como siempre, nos leyó el tablón de anuncios, había muchas misiones de nuestro rango que involucraban la recolección de materiales, no había misiones para cazar o derrotar algo.
Aún que…
"Oh, esta es una misión de recolección de hierbas y por cada hierba que recolectes te darán 1 moneda de oro", dijo Kary.
"Se ve prometedora, ¿Qué opinas Emi?", dijo Akio.
"Tomemos esa, mientras más dinero podamos hacer nos vendrá mejor", dije y fui al mostrador a solicitar la misión.
El lugar era al sur del reino de Karoir, no muy lejos de aquí.
"Bien, vamos", dije y salimos del reino rumbo al sur.
"Este parece ser el lugar", dijo Kary.
"Ahora, veamos donde están dichas hierbas, por que no veo nada más que piedras y piso desértico", "Locate", conjuré y encontré una de las hierbas muy cerca de nosotras.
"Bien, por aquí hay una", dije y caminé unos metros hasta que me topé con una piedra que estaba en el lugar de la hierba.
"Que raro, se supone que la hierba debía de estar frente a nosotras no una piedra", dije y comencé a examinar la piedra por todos lados.
"Mmm"
No encontré a la hierba por ningún lugar.
"¿Qué tal si está debajo de la piedra?", preguntó Kary y levantó la piedra un poco grande.
Y efectivamente allí estaba.
"Que rara piedra", dijo Akio.
"Si, nunca había visto una piedra con esa forma", dijo la señora Alicia.
"Es verdad", dije mirando detenidamente la parte de debajo de la roca.
La roca una vez que la alzas, tiene un gran hueco, como decirlo, parecía una canasta volteada para ocultar algo.
"Encontramos la hierba así que no importa", dije y arranqué la planta del suelo.
Cuando la arranqué un círculo mágico apareció debajo de nosotras y todas comenzamos a brillar intensamente.
"Mierda", dije instintivamente.
"Es un teletransportador, al parecer nos llevará a otro lugar", dijo Kary y entonces tomé la mano de Akio y de Kary y Akio tomó la mano de su madre, de esa manera, al menos nos quedaremos juntas.
Nuestra vista de un terreno desértico cambió lentamente a una zona con muchas paredes amarillas al parecer, estaba bastante oscuro, casi no se podía ver nada.
"¿D-dónde e-e-estamos?, preguntó Kary, estaba muy asustada, al parecer le da mucho miedo la oscuridad.
Ella abrazó mi brazo izquierdo rápidamente y se me pegó lo más que pudo, estaba temblando mucho y ocultó su cara en mi cuerpo.
"No lo sé, pero no debemos de bajar la guardia", dije y desenfundé a Zerror.
"Shyn", conjuré, pero, no se realizó mi hechizo.
"Qué rayos", dije.
"¿Qué sucede?", me preguntó Akio.
"Conjuré un hechizo, pero, este no se realizó". contesté
"¿Eso es posible?", preguntó Akio sorprendida.
"P-p-puede q-que algún hechizo e-e-esté inutilizando la magia de energía v-vital o/y divina", dijo Kary asustada, se veía muy hermosa asustada.
Todas desenfundaron sus armas por precaución.
Comencé a inspeccionar el lugar y no había nada más que paredes y pilares amarillos por todos lados, es lo único que se podía ver en esta oscuridad.
Caminamos un rato entre todas para seguir revisando el lugar.
Pero, hasta donde alcanzaba vista eran paredes y pilares nada más.
"¿E-escuch-chan e-e-eso?", preguntó Kary muy asustada, y todas nos callamos un momento.
"No escucho nada", dijo Akio.
"Espera", le dije para seguir en silencio.
Parecían rugidos susurrantes.
"Locate", conjuré, pero, mi hechizo no se realizó.
"Rayos", dije, "No funciona"
"Mientras corramos", comenzamos a escapar de lo que se escuchaba, tomé la mano de Kary para poder correr mejor.
Pero, cada vez se oía más fuerte.
Comencé a entrar en pánico.
Volteé hacia atrás y pude ver lo que nos perseguía a duras penas.
Era una criatura parecida a un humano, pero, deforme, no tenía pelo, su cabeza era calva, pero, con forma alargada hacia atrás.
Sus ojos eran pequeños y totalmente negros.
Su boca era realmente grande, abarcaba hasta la mitad del largo de su cabeza.
Tenía dientes filosos y una lengua larga como una lanza.
Su piel era igual a la de un humano, corría en sus dos pies largos y flacos, sus brazos eran tan largos como sus piernas y tenía unas garras muy prolongadas y afiladas.
< ¿Pero que demonios es eso?>, pregunté sin pensar.
Henti parecía muy calmada frente a la situación, no se movió ni un centímetro, su cara estaba seria, aún que sus ojos estaban, como decirlos, muertos, creo que realmente se desmayo.
Por otro lado, Jin se moría del miedo, se había acurrucado en su asiento en forma de bola y había tapado sus oídos y cerrado los ojos muy fuertemente, pude ver que tenía unas cuantas lagrimas, Kary de la misma forma estaba muy aterrorizada y apretaba muy fuerte mi mano.
Podía escuchar sus rugidos más fuertes, realmente daba mucho miedo de sólo escucharlos.
"Den vuelta aquí a la derecha", dije y ellas dieron vuelta, pero, el monstruo nos alcanzó a Kary y a mí ya que corría más lento para que no me cayera dado que Kary me iba agarrando la mano.
El monstruo al alcanzarnos lanzó un golpe y lo esquivamos, nos separamos en dos grupos, Kary conmigo nos fuimos recto en el camino, Akio y la señora Alicia se fueron a la derecha.
"¡Emi!", gritó Akio.
"¡Estaremos bien, ustedes sigan!", le grité.