Luego de despertar por un momento de la pesadilla que había tenido, creí que habría terminado, pero, ese mismo sueño se repitió en mi cabeza una y otra y otra vez hasta que desperté finalmente.
Los ojos me dolían, seguramente por haber llorado.
Comencé a mirar a mi alrededor y conforme mi cuerpo iba despertando comenzaba a sentir un sentimiento cálido.
Volteé a ver que lo causaba y era Akio abrazándome, sus ojos se veían cansados he irritados, igual ella debía haber llorado.
El abrazo que me estaba dando hacía que me sintiera mucho mejor, era muy cálido y agradable.
Definitivamente, no pienso perder a Akio o a la señora Alicia otra vez, lo prometo, definitivamente las protegeré con mi vida y mucho más, no dejaré que les pase nada a ellas, las cuidaré, son lo único que tengo en este mundo además de las personas en mi cabeza.
Luego de aprovechar el abrazo que me estaba dando Akio por un tiempo, comenzó a despertar abrió los ojos y bostezó un poco.
"Buenos días, Akio", le dije dándole a entender que yo también estaba despierta.
"Buenos días Emi", me contestó y me beso la frente.
La señora Alicia bostezó también, "Buenos días", dijo volviéndose hacia nosotras.
"Buenos días", contestamos juntas Akio y yo.
Nos levantamos de la cama y salimos de la habitación que el rey nos había prestado, una sirvienta nos llevo con el rey a terminar la plática que se quedó a medias la vez pasada.
"Veo que tienes una cara mucho más relajada y aliviada que antes", dijo el rey sentado en su trono
Desde que llegamos aquí me ha llamado la atención que su trono sea de madera, decorado con cobre y plata por todos lados, Otro me había dicho que en la tierra estos están hechos de Diamante y Oro, pero que le parecía extraño ver cosas como estas ya que, de igual manera, el palacio estaba hecho de cosas como Mármol, lozas finas, pero también de plata y cobre, cuando en la tierra sería de oro mayormente.
"Si, gracias a la hospitalidad que usted me dio pude recuperarme y ahora me siento mucho mejor", le contesté mientras sonreía un poco.
"Me alegra verlo, entonces, ¿Continuamos con nuestra plática?", preguntó el rey sin perder el tiempo.
"Sí", contestó rápidamente.
"Iré directo al grano", dijo y hubo unos momentos de silencio.
"Ustedes son del planeta tierra, ¿O me equivoco?", preguntó fulminándonos con la mirada.
"Sí, nosotras tres somos del planeta Tierra", dije contestando su pregunta.
"Ya veo, ¿Y, cuando fue que llegaron a nuestro planeta?, prosiguió el rey con el interrogatorio.
"Ayer", contestó sinceramente.
<¡¡Mily!!, ¿Por qué le dijiste la verdad?>, preguntó Henti desconcertada.
por eso preguntó cuando habíamos llegado>, dijo Otro diciendo cosas que podrían ser muy ciertas. "Entonces, ¿Por dónde llegaron?, preguntó el Rey alzando un poco su tono de voz. "Llegamos a través de una habitación con un espejo", conteste sin vacilar. No estoy seguro si es verdad, pero, seguramente el hechizo que utilizaron sus magos conectaba los espejos con este mundo en particular y debe de saberlo el rey, por eso mencione la particularidad del espejo, si es así entonces lo dejará pasar. "Ya veo, ¿Quién te enseña a utilizar la magia?" Creo que era obvio que preguntaría eso, después de todo, llegamos hace un día y yo, bueno, Astral, ejecuto hechizos muy bestiales, es lógico que el preguntaría eso, además de que debe saber que en la tierra no existe la magia. "Nadie, observé como unas personas lo hacían y me hice una idea de como utilizarla", contesté mintiendo un poco, aún que, mayormente no, Chi sólo nos enseñó los hechizos básicos y la teoría básica y aprendimos mucho más gracias a Astral y su hipótesis. "Me parece un poco extremadamente sorprendente que pudieras entablar una pelea contra el Rey demonio con unas horas de haber aprendido a utilizar la magia, además de que tu cantidad de magia es increíblemente alta para no morir al conjurar los hechizos que nos dijiste ayer", dijo el rey sospechando mucho sobre mi "historia". "Pareciera que nos estás ocultando algo señorita Emily", dijo el Rey mientras me miraba fijamente sólo a mí. "Lamento que parezca de esa manera, pero, es la verdad", dije y me mantuve tranquila y serena para que me creyera. "No me convences del todo, pero, tengo asuntos que atender por el resto del día, así que lo dejaré pasar, te ofrezco una recompensa en nombre de nuestro reino, ya que hiciste cosas dignas de un héroe", dijo el rey y uno. de sus sirvientes se nos acerco con una bandeja de plata y una bolsa llena con muchas monedas. "Muchas gracias por su amable gesto majestad", dije y nos retiramos del castillo. Fue un alivio que no hubiera preguntado más cosas, pero dado que sabe lo que hicimos, entonces pensará que le conviene más que seamos sus aliadas. "Bien, deberíamos de comprar una casa, ¿Les parece?", pregunte mientras caminábamos por el lugar. "Sí, después de todo, tenemos ahora el capital para hacerlo", dijo Akio mientras me tomaba de la mano. "¿Podrían explicarme el valor de las monedas que les dio el rey, como para que piensen en comprar una casa aquí?", dijo la señora Alicia un poco sorprendida. "Verá, las monedas se clasifican de Diamante, Oro, Platino, Plata, Cobre y madera, de menor a mayor valor", le dije comenzando a explicar. "En este mundo los metales preciosos abundan como el diamante por eso tiene menor valor, mientras que los árboles escasean en el territorio humano por eso la de madera es superior a todas junto con el cobre y la plata", le dije terminando mi explicación. "Ahora entiendo mejor, en esa parte su mundo es totalmente diferente al nuestro", dijo sorprendida, "Sí, a mi igual me sorprendió eso la primera vez que me lo dijeron", dije en un tono descendente mientras recordaba a la persona que me lo dijo y comencé a sentirme deprimida. "Si, entonces, la cantidad que les dio si es mucha", dijo la señora Alicia. "Si, tenemos que ir a la inmobiliaria, siganme", dije y comencé a caminar hacia donde estaba la inmobiliaria intentando cambiar mi estado de ánimo. <¿Qué sucede?>, le preguntó. Me distraje un poco mientras estábamos caminando y platicaba con Otro cuando choqué con una persona. "Auch", dije mientras me sobaba la cabeza, "Auch", dijo la otra persona mientras se agarraba la frente. "Emi, ¿Estás bien?", preguntó Akio mientras me miraba preocupada. "Si me encuentro bien", le contesté, "No deberías de distraerte mientras caminas por la calle", me dijo, la señora Alicia. "Si", le dije, "Lo siento, no estaba prestando atención, ¿Estás bien?", le dije a la persona con la que choqué y volteé a verla. "Lo siento mucho, sí, yo tampoco iba mirando", me contestó la otra persona. Abrí mis ojos muy sorprendida por lo que acababa de ver y un sentimiento de tristeza, felicidad y culpa me comenzó a golpear. "¡K-Kary!", dije en voz alta accidentalmente por lo sorprendida que estaba.